lunes, 28 de febrero de 2011

Hermanos y Enemigos

El lunes por la mañana se presentó, en la Fundación Pedro Ferrándiz, Hermanos y Enemigos: Petrovic y Divac, un documental producido por la ESPN estadounidense que será estrenado por Canal+ el martes 1 de marzo a las 18:50 h.



Tras la proyección, Antoni Daimiel, Nikola Loncar, David Carnicero, y Pedro Ferrándiz, presidieron la mesa desde la que se contestó a las preguntas de un numeroso público, entre el que había una buena representación de periodistas y gentes del mundillo del baloncesto madrileño.

El documental narra la relación entre el pivot serbio Vlade Divac y el alero croata Drazen Petrovic. Los momentos compartidos con una de las mejores selecciones yugoslavas de todos los tiempos -la que ganó el Mundial de Argentina en 1990-, su marcha en paralelo a la NBA, su amistad, y su posterior ruptura tras el inicio de la guerra y desintegración de Yugoslavia.

Drazen Petrovic fue un ídolo en el baloncesto europeo de los años '80. Comparable, por su impacto a este lado del atlántico, a Michael Jordan.

Los duelos entre la Cibona de Zagreb, que entrenaba Mirko Novosel, y el Real Madrid de aquella época, proyectaban a un jugador fuera de serie, con una personalidad hasta el momento poco vista en una cancha de baloncesto. Aunque lo cierto es que la dupla provocativa, que formó con su hermano Alexander en la Cibona, tenía como origen otros dos jugadores yugoslavos que habían practicado ese tipo de sinergias en una cancha en la década anterior: Zoran Slavnic y Dragan Kicanovic.

David Carnicero comentaba su fascinación por Petrovic, y ese tipo de juego que mezclaba desafío, chulería, ambición y calidad; Antoni Daimiel contaba el impacto que le produjo ver una tangana yugoslava en un partido amistoso jugado en Valladolid cuando él apenas era un joven aficionado, y como aquella Cibona reflejaba una forma de entender el deporte donde no cabía otra concepción que no fuera la victoria y la competitividad hasta el final; y Nicola Loncar señalaba el impacto de Divac y Petrovic en una sociedad donde el baloncesto es casi una religión.

El documental y el debate reflejaban una parte de las miserias que se sucedieron alrededor de las guerras yugoslavas. Los hasta un día compañeros de selección pasaron a formar parte de nuevas naciones desangradas en conflictos hasta el extremo crueles. Divac y Petrovic, que triunfaron en la NBA como pocos europeos lo han conseguido, rompieron su relación por las divisiones que provocó la guerra. La muerte de Petrovic el 7 de junio de 1993, con tan sólo 28 años, en un accidente de coche, impidió una posible reconciliación.


Petrovic fue un genio. Inigualable hasta el día de hoy por ningún otro jugador europeo en su posición. Su capacidad anotadora, su estilo de juego, sus fintas y rectificados, su trabajo diario (se decía que tiraba a diario al menos 1000 veces a canasta), su explosividad...

Cibona de Zagreb, Real Madrid, Portland Trail Blazers, y New Jersey Nets son los equipos que disfrutaron, en mayor o menor medida, de su arte. En Europa logró todos los títulos de clubes posibles, con la selección de Yugoslavia conquistó un Eurobasket y un Mundial, y con Croacia fue plata en la olimpiada de 1992, jugando la final contra el Dream Team. Tras su muerte New Jersey retiró el número 3 en su honor, y Drazen fue incluido en el Basketball Hall of Fame el año 2002.

Como se comentó en la charla, los killers no suelen ser unos tipos simpáticos en una cancha (no lo fue Michael Jordan). Me gustan los jugadores con sangre caliente, la intensidad en el juego, y la tensión competitiva. Pero, al contrario que a Carnicero, me queda la duda de si el Petrovic que escupió al oído de Fernando Martín, o el que provocó la peor versión de Epi en un partido de basket, es el tipo de jugador que eligiría como referencia, más allá de la admiración que sigo teniendo por su juego. Más bien al contrario.

Puestos a elegir, y por seguir por aquellas tierras, y algunos lugares comunes de sus carreras deportivas, me quedo con un gentelmen como Mirza Delibasic. Desgraciadamente el único gran jugador yugoslavo que tomó partido de forma pública contra la violencia y la guerra entre los que fueron un día hermanos.

En cualquier caso un documento muy interesante para conocer la historia reciente del baloncesto, de nuestra propia historia, y de dos jugadores muy especiales que marcaron una época.

domingo, 27 de febrero de 2011

Historias del Sub 21

Hacia rutas salvajes (Into the Wild), cuenta la historia real de Christopher McCandless, que a principios de los años '90, tras finalizar su carrera universitaria en una prestigiosa universidad privada, pone rumbo en solitario a la parte más salvaje y deshabitada de Alaska. McCandless hace un viaje introspectivo con la idea de abandonar una sociedad que no le satisface.


A veces uno tiene la sensación de que es necesario abandonar el banquillo y la pizarra, salir del pabellón, hacer autostop, y largarse a algún rincón del mundo donde poder disfrutar de la soledad más absoluta. Sin necesidad de mirar atrás. Esos pensamientos suelen coincidir con las ocasiones en las que te parece que no has dirigido bien al equipo, que no has leído bien el partido, y que nos has realizado bien tu trabajo de entrenador.

Esas ganas de escapar evidentemente sólo aparecen cuando pierdes, aunque no tienen que ver con la derrota, sino con cómo has perdido. Cuando ganas, aunque no salgas satisfecho, la sensación es otra. Hoy, después del partido frente a Pozuelo, envidié a Christopher McCandless.

El partido tuvo igualdad, muchas faltas, y un ambiente cargado. En ningún momento tuvimos sensación de sentirnos cómodos en el Magariños, ni de controlar el ritmo del encuentro. Mal en la selección de tiros, precipitaciones en ataque, pérdidas de balón absurdas, y muy flojos en defensa. Sólo en el tercer cuarto pudimos abrir una pequeña brecha de diez puntos (53-43) que se redujo al final del periodo a tan sólo uno (55-54).

En el último cuarto, a falta de tres minutos, ganábamos de siete puntos (68-61), un parcial de 0-6 dejó el marcador un punto arriba a falta de treinta segundos (68-67). En una penetración tuvimos tiros libres, anotamos los dos (70-67), y con quince segundos por jugar aposté por la defensa. Lo hicimos bien, pero de un tiro desesperado lograron un rebote ofensivo y de ahí, casi sobre la bocina, Pozuelo enchufó un triple desde la esquina y empató el encuentro a 70...

La mayoría de entrenadores piensa que en esta situación, poco tiempo y con posibilidad de que el otro equipo te iguale o supere en el marcador, lo mejor es tener la última posesión: Hacer una falta sin riesgo de tiro (estábamos ya en bonus); llevar al contrario a la línea de tiros libres; y disponer del último ataque, donde probablemente te lleven a la línea de personal. En esa partida de ajedrez se va consumiendo el tiempo. El debate sobre qué hacer es tan viejo como el baloncesto, y tiene sonados éxitos y fracasos en función de los resultados posteriores.


Yo aposté por la defensa sin faltas, porque el riesgo de ir a la prórroga no me parecía tan mala opción, toda vez que ellos no habían estado especialmente acertados en los tiros de tres puntos, y que el average iba en nuestra contra (perdimos allí por cuatro puntos). Pensando que incluso al tiempo extra podríamos llegar mejor que ellos.

No fue así, la prórroga fue un naufragio en toda regla. Pozuelo estaba muy crecido, al haber igualado el encuentro viniendo en desventaja. Nos superaron, jugamos todavía peor que antes(2-14), y afloraron nuestros peores vicios. Merecida derrota para un partido en el que casi todo nos salió mal, y donde traicionamos -en buena parte por mi culpa- nuestra filosofía de equipo.

Estudiantes 72 – Pozuelo 84

(16-19// 18-19// 21-16// 16-16// + //2-14)

PD1: Christopher McCandless terminó consumido hasta la muerte en su soledad. Por encima de los nefastos resultados de su experiencia, y del mal sabor de boca que me ha dejado el partido, lo que tengo claro es que si hay algo que me gusta es entrenar. Por el momento no me voy a Alaska, no hay necesidad de huir, la motivación por seguir entrenando, y aprendiendo de partidos cono el de hoy, sin contar otras muchas satisfacciones terrenales, sigue en las venas.

PD2: Jon Krakauer escribió en 1996 un libro sobre la vida de McCandless insipirado en su diario, en 2007 Sean Penn llevó la historia al cine, con Emile Hirsch de protagonista. Libro y película son muy recomendables.

PD3: Otro día hablaré de la importancia de tener un entrenador ayudante -hoy no estuvo-, y de las dificultades de las rotaciones...

PD4: ¿A alguien le resultan interesantes mis Historias del Sub 21?

jueves, 24 de febrero de 2011

Mangistu Deng y la cancha Nimra Tilatá

Mientras Nueva York vive en medio de una sensación de histeria generalizada por la llegada de Carmelo Anthony, a muchos kilómetros, en el noroeste de África, Mangistu Deng sueña con que llegue su momento. Deng tiene 16 años, y es el campeón del último Slam Dunk celebrado en la ciudad de Juba (capital de Sudán del Sur).

Foto: Shannon Jensenn (The New York Times)

El próximo mes de Julio, Sudán del Sur será oficialmente la 54ª nación africana. Dejará de ser el país más grande del continente (en favor de Argelia); y acatará la decisión elegida en el referéndum celebrado el pasado 9 de enero, en el que el 98% de la población decidió separarse de sus vecinos del norte. En Sudán el 90% de sus nueve millones de habitantes vive con menos de un dólar al día, el 85% de la población es analfabeta, y el 33% sufre hambre crónica, según cifras de Naciones Unidas.

El pasado 19 de febrero el periodista Josh Kron publicaba en The New York Times un reportaje sobre Mangistu Deng, el Slam Dunk de Juba, y el baloncesto en Sudán del Sur. Lo acompaña un espectacular reportaje fotográfico de Shannon Jensenn.

Foto: Shannon Jensenn (TNYT)

La coincidencia con el All Star Weekend de Los Ángeles no era casual. Por algo uno de los lemas del centenario periódico neoyorquino ha sido siempre aquello de All The News That's Fit To Print (algo así como "todas las noticias que entran en la página"). Informar de lo que esta pasando, aunque muchos no lo estén viendo, por encima de los grandes focos.

Mangistu Deng ganó el Slam Dunk saltando por encima de un amigo que permanecía tieso, de espaldas a él. Quizá ambos pensaban que detrás de ese salto había una energía que superaba años de guerra, miseria, y situaciones difíciles. Sus compañeros Makur Puou, Hakim Nyang, o el Coach Bil Duany, que ha montado allí una pequeña escuela de basket, le observaban satisfechos.

Foto:Shannon Jensenn (TNYT)

"Hace dos años, Mangistu Deng era un adolescente cualquiera del tercer mundo, atrapado en las circunstancias miserables de siempre: la pobreza sin igual, la violencia, la inestabilidad. Ahora ha encontrado una salida”, señala Kron en su artículo, para añadir, “cada día, Deng se escapa del caos diario de la capital del sur, Juba, al santuario que ha cultivado: Nimra Tilatá, la cancha de baloncesto sagrado, cerca del río Nilo”.

Sudán del Sur podría pasar a ser un referente dentro de la búsqueda de talentos de baloncesto. Las tribus Dinka y Nuer están consideradas entre las personas más altas del mundo, y -por encima de los estereotipos de películas como The air up there (en español traducida como Una tribu en la cancha, protagonizada por Kevin Bacon)- la NBA y otras ligas están empezando a fijarse en el potencial de futuros jugadores.

El mayor icono del baloncesto de Sudán fue Manute Bol. Sus 2,32 metros de altura, y su extrema delgadez no pasaron desapercibidos para nadie cuando aterrizó en la NBA en 1985. Poco antes su primo, que estudió en EEUU, había advertido que un familiar suyo tenía una altura desorbitada. Manute, que falleció hace un año, utilizó su dinero para ayudar a financiar el movimiento de liberación del sur de Sudán, pero terminó sus días en Virginia, casi olvidado por los suyos, y sin poder disfrutar de la nueva situación de su país.

Foto: Shannon Jensenn (TNYT)

La cancha de Nimra Tilatá es punto de encuentro para unos chicos que quieren pensar en la guerra como algo del pasado, y que miran el futuro con ganas de disfrutar de la vida. "Yo nací en la guerra", cuenta Deng al periodista del NYTimes, "así que pensé, cuando crezca voy a ser un soldado. Pero luego llegó el baloncesto. Dios me dio este talento. No fue mi elección. Y yo realmente lo aprecio”.

Mangistu Deng irá a una escuela en Mooseheart (Illinois), donde ha conseguido ser becado, y tiene unas ganas tremendas de comerse el mundo."Estoy esperando. En cualquier momento. En cualquier minuto. A cualquier hora. Estoy listo. "

martes, 22 de febrero de 2011

Carmelo Anthony: ‘Stop Snitchin’

Carmelo Anthony (1984) nació en Red Hook, en Brooklyn. Su padre, de origen puertorriqueño, murió de insuficiencia hepática antes de que Melo cumpliera los tres años, dejando mujer y cuatro hijos.

Con ocho años se trasladó a vivir a 'La Farmacia', en la parte oeste de la ciudad de Baltimore, donde se desarrolla buena parte de la trama de la serie The Wire. Allí sus colegas fueron gente como Marlo Stanfield, Slim Charles, o Bodie Broadus.



En 2004 la gente de las esquinas editó un DVD titulado Stop Snitchin (prohibido chivarse). El mensaje del vídeo era muy ilustrativo: ojo con chivarse de quién es quién en el guetto, cuidado con hablar con la policía. “¿Qué os molesta esa gente? ¿No sabéis que tienen hijos que alimentar?” dice a la cámara uno de los portavoces. Carmelo Anthony asiente a su lado, y ríe la intervención. Aunque Melo es uno de los reyes de la NBA, el barrio siempre es el barrio. Ya lo dice el bueno de Bubbles, "hay una línea muy fina entre el cielo y esto".

Kenny Minor, amigo de la infancia de Melo, comentaba en 2006 al periódico Rocky Mountain News de Denver: “hemos visto todo lo que imagines, desde drogas a asesinatos, en las partes más duras de la ciudad”. Baltimore no es precisamente Venice Beach.

Carmelo Anthony dijo que se trataba de una grabación privada, realizada sin su consentimiento, y que no sabía que iba a ser un documento público. Quizá fue grabado con una cámara como la que le birlaron al detective Thomas 'Herc' Hauk, y esa es parte de la gracia.

La llegada de Carmelo a Nueva York eclipsa la información sobre el pasado All Star Weekend. En la NBA los acontecimientos suceden como si estuviéramos viendo la película Fast and Furious, y no queda tiempo para mirar por el retrovisor. Carmelo Anthony ya está en los Knicks, y eso supone la salida de Wilson Chandler, Danilo Gallinari, Raymond Felton y Timofey Mozgov. En Nueva York se encontrará con su amigo Stoudemire que suspiraba sin recato por la llegada de Melo. En The New York Times ya lo anuncian como “la pareja más eléctrica en décadas” que ha pisado el Madison Square Garden.


Sea como fuere, habrá que ver si Carmelo Anthony cumple las expectativas de un equipo en permanente construcción, de una ciudad que, como dice Gonzalo Vázquez, en una genial entrevista para Solobasket, “tiene mil veces más canastas que rascacielos”, y de unos colegas del barrio para los que Carmelo es uno más. Aquél del que estaría muy orgulloso Avon Barksdale.

PD1: Para saber más sobre la relación entre The Wire y el basket, echar un vistazo a este artículo que me ha servido de referencia para el post: El baloncesto según 'The Wire', en el blog Otras Pelotas.

lunes, 21 de febrero de 2011

My beautiful All Star Weekend

Dos días después de que Michael Jordan cumpliera 48 años, Serge Ibaka realizó el mítico mate saltando desde la línea de tiros libres en el Slam Dunk de Los Ángeles. El creador de ese salto prodigioso desde el que machacar la red, fue Julius Erving, pero Jordan la añadió una variante importante. El mejor jugador de todos los tiempos lo hizo viniendo en carrera mientras botaba el balón, con un espectacular rectificado en el aire, y con su lengua al aire acaparando los flashes. Su imagen ya es uno de los iconos del baloncesto.



Quizá Ibaka mereció algo más, pero el concurso de este año estaba predestinado para The Blake Show. Blake Griffin ha dado un paso adelante en la concepción del vuelo sin motor, es capaz de machacar la canasta por encima de cualquier tipo de barrera, lo hace cada noche que juega con los Clippers, y ahora sabemos que es capaz de hacerlo por encima de un coche conducido por Baron Davis. Ni siquiera un voluntarioso JaVale McGee, con su madre en el Staples presumiendo de mocetón, podía romper un protocolo organizado para entronizar al descendiente directo de Hulk. Pero no hay que olvidar que McGee mide 2.13, y que Ibaka y Griffin miden diez centímetros más que Air Jordan.

DeMar DrRozan amenazó con este mate por twitter pero no lo vimos...

El Slam Dunk no tiene límites, y en breve veremos como se puede machacar el aro desde una avioneta o lanzarse en paracaídas sobre la cancha. En mi elección siempre estarán aquellos mates que un jugador podría realizar durante un partido, sin necesidad ni de coches, tartas de cumpleaños, ni muñecos de peluche. Y con ese criterio, tras His Royal Airness, me quedó con el de Vince Carter en el 2000 o con el de Nash y Stoudemire en 2005.

En Los Ángeles los premios han estado bien repartidos. Kobe tenía que reivindicar que jugando en casa es el dueño de la pista, y que por encima de la puntual crisis de los Lakers -y los méritos al trabajo colectivo de Celtics, Spurs, o Miami-, él sigue siendo el Rey Midas. Que Pau salga del banquillo, para hacer un notable papel, no es un demerito si el que ocupa su plaza es un gentelmen como Tim Duncan. Victoria del Oeste para mayor gloria de Dustin Hoffman, Justin Bieber, Rihanna, Lenny Kravitz, y demás celebrities. Con Kobe Bryant como flamante MVP del All Star Game, LeBron ya ha cogido su ticket para el trofeo del próximo año.


Bieber fue el MVP del partido del viernes, en el que se podía ver a famosos en acción y veteranos del vietnam jugando una pachanga de basket. Se lo mereció Scottie Pippen, pero no vamos a hablar de justicia cuando ni siquiera Bernard King está en el Hall of Fame. El mayor mérito de Bieber en el basket es que su flequillo arrasa en los equipos de cantera de raza blanca de medio mundo. Si algún día deja la música, habría que nombrarlo en España consejero de ACS o Marqués, tiene dotes para ambos cargos.

John Wall, DeMarcus Cousins, y Eric Bledsoe compartieron róster en Kentucky. El Coach Calipari les preparó la alfombra del éxito en la NCAA la temporada pasada, pero fracasó. El reencuentro en Los Ángeles para jugar el partido entre rookies y sophomeres era una ocasión perfecta para reivindicar su status. Wall y Cousins tenían claro que era su noche. El primero porque es un jugón que no se llevará el premio a rookie of the year porque ya está en el buzón de Blake Griffin, y el segundo porque ya está harto de que le llamen inmaduro.

DeJuan Blair estuvo a punto de aguarles la fiesta, pero Wall tenía claro que en una pachanguita sin defensas lo más fácil era repartir asistencias. Con sus 22 pases el jugador de los Wizzards batió récord, se llevo el MVP, y los rookies ganaron el partido. Entre los sophomores el mejor fue, después de Blair, el angelino James Harden. Invitado por la ausencia de Tyreke Evans, el de los Thunder se desfondo. En mi particular visión de las cosas lo acepto como un premio para la Universidad Estatal de Airzona, donde estudió Harden, y la enseñanza pública.

James Harden 30 puntos con el equipo de los sophomores...

Atlanta se llevó el concurso de tiro por equipos frente a la favorita Texas; Stephen Curry, y sus elegantes maneras, el de habilidad; y James Jones el de triple. El alero de Miami Heat presumió de mecánica y porcentajes en un evento en el que los laureles parecían reservados -con todo merecimiento- para Ray Allen, y donde el sobrao Paul Pierce parecía que podía ser el aguafiestas. The Truth no pudo liarla, pero se llevó los abucheos de sus antiguos vecinos de Beverly Hills.

La NBA dejó claro que sigue siendo La Meca del baloncesto, y que, por encima de consideraciones deportivas, son el Air Force One de la organización de eventos. El All Star Weekend volvió a brillar más por el envoltorio que por la emoción. Pero es que el envoltorio, y la calidad de los protagonistas one by one, es impresionante.

PD1: Para mí fue un lujo poder participar en el vídeo chat de Canal+ que dirigió José Ajero. Grandes compañeros de tertulia: Fran Fermoso, David Alarcón de UltimateNBA, Fernando Martín de la Revista Gigantes, Felix de Hip Hop Life, y Mariano Ruiz del periódico La Razón. Aproveché la ocasión para mandar algunos saludos a los buenos amigos bloggeros: Mo Sweat, Paupelu, y Sraly. También a Basketamericano.com y a Locosxelbaloncestofemenio.com. Gracias por las preguntas bros.

PD2: Por si fuera poca fiesta, el domingo con el equipo sub21 del Estudiantes nos llevamos una trabajada victoria frente a Zona Press (73-77). En su casa, y con cuatro juniors C que suplieron perfectamente importantes bajas del equipo. Merecido MVP para todo el equipo que consigue de esta forma colocarnos primeros de grupo.

jueves, 17 de febrero de 2011

Sputnik 2nd Aniversary All Star

Mañana viernes 18 de febrero el Sputnik Basket Blog cumple dos años de vida. En este tiempo,desde su lanzamiento al espacio, ha pretendido cartografiar todos los rincones del baloncesto, desde la actualidad de las competiciones profesionales, hasta los callejones más ocultos de este deporte.


Mucho tiempo de trabajo voluntario para intentar comunicar desde un punto de vista diferente al habitual. Si el esfuerzo merece la pena no es algo que tenga que valorar yo, me gusta escribir y me gusta el baloncesto, no hay mucho más. De lo que estoy seguro es que gracias al Sputnik he logrado ponerme en comunicación con muchos activistas de las blogosfera, con muchas informaciones, y con muchos actores y protagonistas de este universo. Algunos de ellos ya son amigos más allá de la virtualidad de la red.

La información ya no es patrimonio de unos pocos, gracias a internet y las redes sociales, miles de personas encuentran lugares comúnes desde los que contactar. Ocurre desde El Cairo hasta Moscú, pasando por Nueva York, Lavapiés o Málaga, y eso es muy potente. Puede ser de baloncesto, pero también, o a la vez, de mejorar nuestra calidad de vida.

Las limitaciones son obvias, no es precisamente el Sputnik Basket Blog un recurso de las masas, al contrario ocupa un espacio marginal, pero tampoco la intención es ser La Voz del Pueblo, sino escribir sobre las reflexiones que se me ocurren, y, a partir de ahí, aprender y debatir alrededor de los comentarios que generan.



El aniversario de este año coincide con el All Star Weekend de Los Angeles, yo estaré en el vídeochat de Canal+ comentando todo lo que ocurra en la madrugada del viernes al sábado en el partido entre rookies y sophomores, y en la madrugada del sábado al domingo comentando el Slam Dunk y el Three-Point Contest. Un lujo para un cumpleaños muy especial.

Como siempre, gracias por seguirme, por las sugerencias, los comentarios, y las críticas.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Entrevista a Joan Rallo

El Joventut ganó por segundo año consecutivo la Minicopa, un éxito que sirve para refrendar el excelente trabajo de cantera que se hace en Badalona. Joan Rallo es el entrenador del equipo infantil verdinegre, y al hilo de su paso por Madrid he aprovechado para hacerle unas preguntas, en este caso vía mail.

¿Qué diferencias hay entre este equipo-generación y el que ganó la Minicopa en la edición anterior?

A nivel competitivo, posiblemente el equipo de la generación 96 que jugó la Minicopa era más poderoso en su juego interior, lo que no quiere decir que nuestros grandes del 97 no tengan una proyección interesante de cara al futuro. Quizá ahí radica la mayor diferencia entre generaciones, hay más jugadores en el 97 que ahora pasan inadvertidos pero que pueden tener una evolución sorprendente...

Joan Rallo en la final frente al Barça. Foto: ACB

¿Cuánto tiempo entrena el infantil de la Penya, y cómo divides las sesiones?

Nosotros hacemos 3 sesiones de pista a la semana, de 1 hora y media, más 3 sesiones de preparación física de 1 hora antes de cada entrenamiento. Además están los partidos y los entrenamientos con la selección autonómica. El aspecto que más entrenamos es todo lo que hace referencia a los fundamentos individuales del jugador, aunque creo que en los últimos años la carga de táctica individual o de situaciones para entender el juego ha ido aumentando. Queremos tener jugadores que entiendan de que va todo esto...


¿Cuál es la preparación de los jugadores a la hora de competir en un torneo como este? ¿Qué se les pide?

Cada torneo tiene sus peculiaridades. La Minicopa se caracteriza por la gran expectación mediática y por ser un torneo que en su fase inicial no te permite ni tener un momento de despiste, ni poder llegar a ganar un partido con comodidad. Es una oportunidad única para que los jugadores aprendan a gestionar la presión. No creo que sea bueno simplemente alejarles de esa presión que existe y aislarlos. Creo que es muy positivo que aprendan a enfrentarse a ella y disfrutar de esa sensación.

La reacción de un jugador, su carácter, su comportamiento, etc ¿forman parte de la valoración que se tiene de ellos a la hora de evaluar su proyección?

Absolutamente. Creo que cada vez más. Y creo que es un aspecto cada vez más a tener en cuenta cuando nos planteamos incorporar jugadores al club. Creo que todos tenemos en mente jugadores limitados técnicamente que están jugando en ACB o competiciones FEB gracias a un carácter extraordinario...

¿Cómo valoras el tema de los jugadores invitados?

No te voy a decir que este en contra. Obviamente, nosotros hemos invitado a jugadores en otras ediciones. Mi experiencia es que a nivel competitivo no es una ventaja tan grande como cabria esperar. Después de la Minicopa que hizo Marc Bauzà el año pasado podría parecer que estoy loco diciendo esto, pero lo cierto es que los jugadores invitados no han entrenado con sus compañeros, no conocen los automatismos del equipo, no dominan muchas situaciones y no es nada fácil gestionar eso.

El MVP del torneo fue para Albert Real, ¿es bueno proyectar la atención sobre un jugador concreto a estas edades?

El trofeo de MVP esta ahí. Y no hay que ser hipócritas, a todos nos interesa que se hable de la Minicopa. Sin este bombo y platillo la competición no tendría la misma reputación ni llamaría tanto la atención. Pero de ahí a que un chaval de 13 años haya de leer en internet al volver a casa el domingo que tiene las cualidades de Kobe Bryan o de Magic Johnson me parece que hay un abismo...


El equipo ACB es un reflejo de la apuesta por la cantera de la Penya, ¿es un activo para que un jugador se incorpore a vuestro club?

Totalmente. El principal activo. Los jugadores que fichan por la Penya saben que si trabajan, si su evolución es buena y si tienen suerte, tendrán su oportunidad. Nadie les puede asegurar nada, pero saben que ellos son el futuro y que les necesitamos.

¿Cómo es la comunicación entre los distintos estamentos de cantera del Joventut?

La mayoría de entrenadores hace 10 años o más que trabajamos juntos. Desde abajo, en la escuela de básquet. Y los que han ido llegando rápido se han integrado en la filosofía del club. Eso hace que muchas veces no haga falta ni explicar las cosas, sabemos en que dirección hay que ir, lo que se pide de cada equipo. Parece raro, pero no hacen falta demasiadas reuniones para saber que se espera de ti...

¿Tiene algún significado especial ganar este título en el Magariños?

El año pasado ganamos la final en La Casilla, otro campo histórico. Mentiría si dijera que no es especial ganar la Minicopa en recintos así. Al entrar en Magariños uno siente esa especie de respeto que tiene al entrar en una catedral. Se respira la historia y el baloncesto en cada rincón. Dicen que hay sitios de los que nunca vuelves y, sin duda, Magariños es uno de esos sitios para el infantil de este año.

martes, 15 de febrero de 2011

Entrevista Núria Montolio

Hacía mucho tiempo que no se vivía un ambiente tan especial en el Magariños como el del pasado domingo. La final de la Minicopa fue un acontecimiento que reunió a familiares, aficionados, medios de comunicación, y mucha gente del basket. Una brillante iniciativa que celebró su octava edición, y que, con la victoria en la final de la Penya (77-84), iguala al Barça en el número de campeonatos logrados (cuatro para cada uno). Una generación, la del 97, que tiene mucho que decir.

La plantilla del Barcelona en el Magariños. Foto: ACB

El Barça que entrena Núria Montolio llegó a Madrid con la etiqueta de "favorito", en buena parte por contar como invitado con Jonathan Barreiro, un jugador gallego de 1.95 por el que hay una tremenda expectación, y por tener jugadores en la plantilla como Raúl Timoner o Nedim Dedovic. Antes de la final contra el Joventut pude hacerla unas preguntas.

¿Se prepara de manera especial un torneo como la Minicopa?

Más que prepararlo de manera especial, es aprovechar un torneo muy bueno para el equipo. En etapa infantil los puntos de competición altos no son tantos, y es un buen momento para evaluar el trabajo que se está haciendo. Les trasmitimos que con el reglamento del torneo (menos duración del tiempo de juego) hay que empezar muy metidos en el partido, porque la capacidad de reacción es mucho más limitada.

¿Sobre qué modelo de juego trabajas?

No tenemos un modelo muy específico, queremos que sea un juego bastante libre y bastante cómodo, en el que los jugadores puedan probar y experimentar, porque al final ellos son los que tienen el talento, y nosotros tratamos de darles las herramientas para que puedan aplicarlo.

¿Hay algún tipo de carga pedagógica en la formación de estos jugadores?

Es un torneo muy especial, con una carga mediática más elevada, y son chicos de sólo trece años. Es un torneo en que ya desde el primer día hay mucha expectación y mucha gente en las gradas, y eso lo hace muy bonito. No es normal ver un ambiente así en un torneo infantil, y venir aquí representando a tu club pues es algo que a todos nos tiene que enorgullecer. Es parte de su formación como jugadores, tratar de salirse de un momento de presión importante, para disfrutar jugando.

Todas las ediciones de la Minicopa se las ha llevado el Barça o el Joventut, ¿se está trabajando mejor en Cataluña?

No lo creo, este año los resultados han sido muy ajustados. Bilbao perdió el primer día de dos puntos contra el Joventut, y no se ha metido en la final por muy poco. Bilbao, por ejemplo, ha traído un equipo muy competitivo, y el Real Madrid no ha tenido suerte pero traía un equipo fabuloso. Las últimas finales de la Minicopa se han dado así, pero creo que el nivel del baloncesto estatal está subiendo mucho.

Jonathan Barreiro frente al Baskonia. Foto: ACB

¿Cómo valoras que un jugador como Jhonatan Barreiro ya sea presentado por algunos medios como futura estrella del baloncesto?

Todos los equipos que vienen aquí tienen una gran ilusión, y es bonito porque se crea una gran expectación alrededor del torneo. Pero hay que tener en cuenta que estamos hablando de chicos de trece y catorce años a los que hay que ayudar mucho en su formación, y este tipo de informaciones les puede perjudicar más que beneficiar. Todos (medios, entrenadores, clubes...) tenemos que ayudar a estos chicos a que evolucionen y se formen de la mejor manera posible.

¿Cómo se trabaja en el Barça la comunicación interna entre los entrenadores de cantera?

Hay una dirección técnica que trabaja mucho sobre los jugadores con proyección ACB, y en ese sentido sí que hay mucho trabajo de comunicación entre los distintos cuerpos técnicos. Son los jugadores que también están becados en el Barcelona, y también hay mucho seguimiento jugador por jugador de sus condiciones, sus circunstancias, sus lesiones, y en ese sentido el club pone muchos medios para atender a los chicos.

En el caso de un jugador como Pau Gasol, ¿qué lugar crees que ocupa su etapa en el baloncesto de formación?

Pau llegó al Barça siendo junior. Yo creo que el recorrido de cada jugador puede ser distinto, porque además hay una diferente evolución física y técnica, y a un jugador le puede beneficiar más o menos una situación determinada. Yo creo que en el caso de Pau le fue muy bien estar en Cornellá hasta cadete, eso, quizá, le permitió tener un protagonismo más elevado como jugador. Lo que está claro es que los entrenadores que tuvo, antes y después de estar en el Barça, hicieron un gran trabajo, y a la vista están los resultados.

¿Cómo se vive la relación entre el Barça de la Minicopa y el de la Copa del Rey?

Somos unos privilegiados porque Xavi Pasqual ha estado en la base del Barça, y mantiene una relación directa con los entrenadores del club. Para nosotros es un orgullo tener al mejor equipo de Europa, en el último año, como referencia. Para los chicos todo esto -la competición, poder jugar aquí, ir por la tarde al Palacio- es una fiesta, y si encima gana nuestro primer equipo pues mucho mejor para todos.

domingo, 13 de febrero de 2011

De Copas

Victor Sada (Badalona, 1984) proviene de las categorías de formación del Barça, su primer título fue el Campeonato de España Cadete del año 2000. Jugador poco mediático, si tuvieran que premiarlo en los Goya sería en la categoría de mejor actor de reparto.


Hoy en el Palacio de los Deportes, en la final de la Copa del Rey, Sada volvió a estar en todas partes, a manejar el ritmo del juego, a rebañar todos los detalles. Los números muchas veces no reflejan los méritos, o no sólo, pero en este caso parece evidente: 7 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias, y 3 recuperaciones para 20 de valoración, el mejor estadísticamente hablando del partido. Sin embargo el MVP fue para Anderson, jugador que esta vez asumió el rol de anotador del equipo de Xavi Pascual. Prigioni, y en algunos momentos Tucker, no iban a dejar que Navarro se llevara el premio.

Y es que el Barça tiene tantos frentes como jugadores, que además saben bien a lo que juegan como equipo, sin necesidad de egoísmos.

El Real Madrid de Messina ha decidido últimamente liberar parcialmente a algunos de sus jugadores. El caso más evidente el de Sergio Rodríguez, que desde que le han dejado de dar la murga desde la banda para atarlo en corto ha podido volver a disfrutar jugando. Otros madridistas como Ante Tomic, Mirotic y Carlos Suárez, a pesar de la derrota en la final, han aprovechado para reivindicar su enorme calidad y sus ganas de luchar contra las adversidades. Una muestra de carácter que se antepone a la de otros jugadores blancos que parecen definitivamente encogidos antes los públicos desplantes de Ettore. Sinceramente, no entiendo el modelo del italiano. Ni en la cancha ni fuera de ellas.

Pepu Hernández hablaba, en una entrevista realizada estos días por Robert Álvarez para El País, de la tendencia clasista de nuestro baloncesto. El torneo del K.O repite por segundo año finalistas, y quizá sea el inicio de un bipartidismo que casi nadie en el mundillo del baloncesto desea, pero que las audiencias agradecen.

En cualquier caso los otros equipos que estuvieron en Madrid no hicieron papel de comparsas, sino que vendieron cara su piel: Jayce Carroll, Javier Beirán, Pesic, Nando De Colo, Vasileiadis, Jackson, San Emeterio, Barac, Josep Franch, Jordi Trias, el Valladolid de Fisac... no estuvieron en la Copa del Rey para visitar la ciudad, sino para dar la campanada y llevarse el premio. Antes o después David vencerá a Goliat.

El mejor baloncesto de estos días, como me ocurrió el año pasado, lo vi en la Minicopa que se celebró en el Magariños. Triunfo de la Penya por segundo año consecutivo en la competición que enfrenta a los ocho equipos clasificados para la Copa de categoría infantil. Un torneo que cada año levanta más expectación. En unos días colgaré la entrevista que hice a Nuria Montolio, la entrenadora del Barça.



Habría más que decir, pero por ahora me quedo con Sada, un jugador que está siempre que se le necesita.

PD: El Estudiantes sub 21 ganó en Tres Cantos. 51-55 en un partido muy trabado, de juego espeso y muchos fallos. Pero una victoria muy importante conseguida a base de trabajo y mucho esfuerzo. Y eso es un buen dato.

(14-10// 8-12// 19-16// 10-17)

martes, 8 de febrero de 2011

25 GIGANTES años

El portero del edificio donde yo vivía de pequeño se llamaba Juan José, era un tipo cerrado y enjuto, de origen extremeño y de pocas palabras. El kiosko de prensa que había frente a la casa lo llevaba Joaquín, que había nacido en Valencia, y era todo lo contrario, alegre y dicharachero. El día que apareció sin peluquín fue una revolución en el barrio. Ambos habían sido emigrantes, el primero en Suiza y el segundo en Alemania, y los dos chapurreaban algo de alemán. Mi compañero de clase Juan Segarra vivía cerca, así que cada mañana su madre nos llevaba en coche al Ramiro, en su Seat 124 blanco.


Yo aprovechaba para bajar un rato antes al kiosko, y hacer tertulia con Juan José y Joaquín. El tema siempre era el fútbol, Juan José era acérrimo atlético y Joaquín apasionado madridista. Yo me hice del Barça, y así el encuentro a tres bandas era más divertido. Todos los días, a la misma hora, en el mismo sitio.

En mi casa la prensa era una religión. Se compraba el periódico a diario, y todos los hermanos (somos seis) esperábamos el momento de la siesta de mi padre para quitárselo de las manos y poder leerlo. Era parte del juego, entre sus ronquidos ver quién tenía la habilidad de llevarse el periódico sin despertarle. En mi casa se podía leer, según la temporada, El País, El Mundo, El Sol, El Independiente, ABC, La Vanguardia, y, durante su corta existencia, Liberación.

Ocurrió que un día había una novedad en el kiosko. Una nueva publicación de baloncesto, Gigantes del Basket. Yo ya estaba en la cantera del Estudiantes y el deporte de la canasta era mi pasión. Además se vivía un momento de esplendor con el baloncesto, en buena parte por lo que supuso el famoso madrugón de la final de las olimpiadas de Los Ángeles 1984 un año antes.

El 11 de noviembre de 1985 bajé al kiosko como todos los días, Joaquín ya tenía preparado mi ejemplar y la conversación por primera vez no fue sobre fútbol. En la portada, con una cabecera que ahora me parece brillante en su diseño, Fernando Martín; en la quinta página el resumen del partido entre el Estudiantes contra el Clesa (103-81), que yo había vivido en directo en el Magariños unos días antes; columna sobre la Lega de Dan Peterson; entrevista a Andrés Jiménez (uno de mis referentes por su juego y su pasión por los comics); y reportaje sobre Pat Ewing, entonces rookie de los Knicks. Era el principio de una larga amistad.

Foto de cantera del Estudiantes en 1984. Ahí estoy yo.

A partir de ese día los martes la tertulia con Joaquín y Juan José era de baloncesto, yo recogía la revista y les hacía un breve resumen tras un primer vistazo. Quién era el tipo de la portada, quién iba primero en la clasificación, qué era y que pasaba en la NBA, quién era el Oso Pinoso y cómo machacaba David Russell saltando niños. Y en mi casa ese día podía ceder la pelea por el periódico hasta terminar de leer el ejemplar de Gigantes del Basket.

'Mejora tu Basket'. Coleccionable de la Revista Gigantes sobre fundamentos individuales y colectivos.

Hoy he comprado mi ejemplar en la Plaza de Lavapiés, a una kioskera que es un encanto pero con la que no hay mucha tertulia. El kiosko de Joaquín cerró hace muchos años, y él desapareció, por lo visto su licencia era ilegal. Juan José se jubiló -a los 65 años- y volvió a su pueblo de Extremadura. En estos 25 años ha pasado de todo. Ya no hay Pacto de Varsovia, ni marchas a Torrejón, ni EGB, ni BUP, David Russell ya no vuela, y dudo que mi hija conozca algún día un programa de televisión tan bueno como La Bola de Cristal.

Eso sí, el Ramiro de Maeztu sigue en la calle Serrano 127, en el Magariños continúa habiendo ba-lon-ces-to a diario, y Gigantes del Basket sigue escribiendo cada semana sobre lo que ocurre en las canchas. Las redes sociales e internet han revolucionado el mundo de la comunicación, y a través de twitter uno puede conversar con los que antes sólo veía en fotos. Hay bloggeros que le roban horas a la noche para escribir excelentes bitácoras. David Simon nos regaló una joya llamada The Wire. En El Cairo soplan vientos de libertad, y Lavapiés bulle al ritmo de muchos mundos, a pesar de que algunos se empeñen en poner puertas al mar. Aunque ya no sea todo igual, la vida es larga y los tiempos de vida excelentes. Motivos suficientes para felicitarse.

PD: Este homenaje llega unos meses tarde, pero me apetecía no dejarlo pasar.

lunes, 7 de febrero de 2011

Historias del Sub 21 y el Estudiantes

Ayer por la tarde había mucho baloncesto en juego alrededor del Estudiantes. Quien fuera al Ramiro vería lo que es un ambiente cargado de basket. En el Magariños, a partir de las 18:30, partidos contra el Real Madrid junior y cadete -consecutivos-, y en La Nevera -también en la misma franja horaria- el Cadete B del Estu frente a Canoe, y nosotros, el sub 21, contra Alcobendas. Además, en la cafetería del Magata se podía ver el partido del ACB en Badalona, otro clásico del baloncesto de canteras.

Foto: Kike Díaz

Mucha expectación rondando por la calle Serrano 127. De los partidos contra el Real Madrid no puedo hablar mucho, vi un poco del encuentro del Junior A, que sufrió una derrota abultada (55-90), y me pareció que los colegiales tuvieron el día cruzado, no sabían cómo jugar a un rival con las ideas claras. Por su parte el Cadete A venció a los blancos (71-60), y lo que pude ver del último cuarto me gustó mucho, un equipo sólido en el rebote, saliendo rápido y con ideas desde la defensa.

En cuanto al Cadete B, derrota frente a Canoe, donde el equipo colegial me pareció muy bloqueado en ataque, con poca fluidez, y con muchos miedos. Impresiones que son sólo eso, pero que trasmitían -visto desde la barrera- cierta falta de confianza de los colegiales, quizá por tratarse de jugadores de primer año. 60-84

Sub 21 vs Alcobendas

El sub 21 jugábamos contra el primero de grupo, Alcobendas, en un partido que nos salió prácticamente redondo. Empezamos muy fuertes y abrimos el marcador rápidamente (¡18-2 en el minuto 8 de partido!), gestionamos muy bien el ritmo, y estuvimos muy serios en defensa. En el segundo cuarto ellos estuvieron enchufados desde la línea de tres puntos, y presionaron mucho nuestra salida de balón,llegando a colocarse a cuatro puntos,pero capeamos la situación y no perdimos los nervios, algo -desafortunadamente- poco habitual. Al descanso 38-29.

En el tercer periodo -alternando defensa individual con zonas 2-1-2 y 1-3-1- supimos mantener una intensidad defensiva que nos estaba fallando en otros encuentros. Sabíamos que era fundamental salir fuertes del vestuario, y era importante plantearles nuevos retos sobre los que construir su ataque.



En el último cuarto mantuvimos muy bien esa agresividad desde la defensa, lo que nos sirvió para elaborar un juego de ataque más estático, y movimos muy bien el balón hasta encontrar buenas posiciones de tiro. Además, una racha de cuatro triples seguidos -con uno de ellos al límite de la posesión francamente espectacular-, logró que a falta de tres minutos para la conclusión del encuentro nuestra ventaja fuera de 22 puntos (71-49).

Una victoria que nos viene muy bien, para colocarnos segundos de grupo, para certificar la línea de trabajo sobre la que vamos avanzando, y para seguir implementando nuestro trabajo técnico-táctico. De los sistemas que usamos ya os contaré cuando termine la temporada, esta sección -ahora- es una herramienta para la comunicación más que para el análisis. Por cierto, hemos mejorado nuestro porcentaje desde la línea de tiro libre (10/15) y eso también es una importante noticia.

Al final Estudiantes 73 – Alcobendas 57.

(20-6// 18-23// 14-13// 21-15)

PD1: El Estu ACB consiguió una importante victoria frente a la Penya. Un resultado agridulce si supone ganar al equipo que entrena Pepu Hernández, pero tremendamente necesario para ir pisando sobre seguro en la competición. Lo más sorprendente es que Ellis y Asselin, y en menor medida Jiri Welsch, vuelven a ser jugadores de baloncesto, y eso, nos viene de perlas.

PD2: Sobre los partidos del junior y cadete de Estudiantes y Real Madrid hay información mucho más completa en la página de la Federación de Baloncesto Madrileña. (FBM)

miércoles, 2 de febrero de 2011

El diario de Jim Carroll

“Esta noche fuimos a un partido en el Garden. Los Knicks ganaron a los Celtics por primera vez en dos años; los hinchas del Garden, viejos mendas chupapuros, se estaban excitando mucho desde sus habituales posiciones del palco. Les encanta ver a Bill Russell cuando tiene un partido malo, y hay que ver cómo le tratan y lo que llegan a gritarle, pero el colega hizo un juego lamentable de verdad. El viejo Jhonny Green le pasaba pelota tras pelota, pero Bill no acertaba ningún tiro. Los Knicks deberían darme un pase gratis para todos los partidos que se jueguen en casa. Sin mentir, he estado aquí diecinueve veces en los dos últimos años y han ganado todos los putos partidos..., pero siguen terminando la temporada siendo los últimos, cada año pasa igual”.


El diario de Jim Carroll comienza en Otoño de 1963, y va narrando las situaciones en las que se encuentra un chico blanco, de origen católico, amante del baloncesto, en los años más duros de la ciudad de Nueva York. Con trece años se metió su primer chute de heroína, “sólo me di cuenta más tarde de la tontería que era esto”, y narra en primera persona como su vida va evolucionando de ser uno de los jugadores más prometedores del baloncesto de high school hasta convertirse en un heroinómano esclavizado hasta el extremo para conseguir una dosis. En el proceso Jim sigue jugando al baloncesto, pero cada vez está más colocado y su cotidiano está más rodeado de miserias. Las propias, y las de sus colegas.

Jim Carroll nació en el Lower East Side, en una familia de origen irlandés. No era un chaval cualquiera, sino una de las jóvenes promesas del baloncesto escolar de Nueva York, y sus actuaciones en la cancha eran sobresalientes. Tras un paso conflictivo por varios colegios terminó en el elitista Trinity High School, equipo con el que sería seleccionado para el National High School All Star Game de 1966. En ese momento ya alternaba completamente su doble vida de jugador de baloncesto, heroinómano, y poeta. De hecho, en su diario cuenta como defiende, totalmente puesto de anfetaminas, a Art Baylor, el primo del mítico Elgin Baylor -su ídolo entonces en la NBA-, en aquél All Star celebrado en Washington.

Jim Carroll en el centro con un balón de basket y el equipo de Trinity H.S.

En otro pasaje del libro narra como le piden disputar un torneo en Harlem junto a Vaughn Harper y Earl Manigault (The G.O.A.T.), que “no para de ser admitido y despedido del equipo escolar por rollos de drogas y otras lindezas”, siendo el único blanco en la cancha y en la grada. Al final, tras la victoria y anotar 47 puntos, le sugieren que es mejor que no salga en la foto, la segregación racial también imponía autolimitaciones en Harlem.

El diario de Jim Carroll habla de drogas, de sexo, de "El Cuartel General" (el piso que tienen para hacer fiestas y pincharse), de delincuencia, del apagón de 1965 en el que toda Nueva York quedó a oscuras, del Central Park de entonces, del movimiento en los baños de Central Station, de las manifestaciones contra la guerra del Vietnam, de abusos fuera y dentro de los colegios, de violencia, y de baloncesto.



Jim Carroll murió un 11 de septiembre del 2009. Icono del Nueva York más salvaje, su diario fue llevado al cine en 1995 por Scott Kalvert, protagonizada por LeonardoDi Caprio. Pasada la adolescencia, Carroll fue un reconocido poeta y líder del grupo de punk-rock Jim Carroll Band. Su selecto club de colegas incluyó a Andy Warhol, Patti Smith, o Bill Berkson.

Earl Manigault murió en 1998 de un ataque al corazón, muy afectado por sus años de drogadicción. The Basketball Diaries habla de un tiempo y un momento no tan lejano.

PD1: Os recomiendo leer el epitafio que escribió Javier Dale, periodista del diario La Vanguardia, poco después de su muerte.

PD2: En la página Catholic Boy (nombre de su primer disco) se puede encontrar más info.