domingo, 23 de septiembre de 2012

Supercopa 2012: Kamikazes vs Tuneladoras

Al Real Madrid de Pablo Laso no se le rasgan las vestiduras por mantenerse fiel a sus principios. Una lógica que se agradece en el plazo corto de los campeonatos de cara o cruz. Velocidad de vértigo, impresionante juego de perímetro y fabuloso descaro en ataque. Ingredientes con los que se ha llevado por primera vez la Supercopa de la liga ACB-Endesa. Un triunfo cuyo principal mérito es precisamente que no hay reinvención sino continuidad -para alegría supongo de su parroquia- y en el que el MVP Rudy Fernández encaja como anillo al dedo en el equipo, una vez abandonada su relación de fijo-discontinuo en la NBA.


Al Barça por el contrario, se le han notado algunas de las alérgias que le provoca el juego kamikaze, aquel que ataca sin miedo a estrellarse guiado por el ansia de victoria y el talento, del Real Madrid: 95 puntos a la que se consideró hasta no hace tanto "la mejor defensa de Europa" es muchísimo.

Cierto que en el equipo culé faltaban pronombres como Juan Carlos Navarro y Sarunas Jasikevicius, pero parece que si hay algo que encaja mal Xavi Pascual es el -aparente- desorden. Lugar en el que precisamente el Madrid sabe latín.

Y es que la Supercopa, aún siendo un torneo menor, es una buena muestra de lo que será la presentación en sociedad de los dos equipos que se presuponen favoritos a luchar por la liga ACB.

A pesar de este primer diagnóstico, todavía es pronto para determinar cuestiones como si fue acerada, o no, la salida de Tomic; la incorporación de jóvenes en el Barça como Abrines y Todorovic; o la contratación Slaughter y Jawai en cada frente de batalla...


Lo que sí parece evidente, es que las dos principales referencias mediáticas-deportivas de este país, Real Madrid y Barça, también cuentan entre sus obligaciones con llegar a lo más alto de la competición más difícil: la Euroliga. Escenario en el que triunfan boxeadores de puntos y aguante, más que de gancho contundente y rápido.

En el baloncesto europeo de autor han triunfado aquellas producciones que han logrado tener entre el reparto a pesos pesados de la mejor interpretación en la pintura: Ocurrió con Obradovic cuando se alineó con Michael Batiste para lograr tres Euroligas y probablemente ocurra con Ettore Messina, en su regresó a Moscú donde ya logró dos campeonatos de Europa, con Nenad Krstić como valuarte en la zona moscovita.

El sábado en Zaragoza se veía mucho pasilleo y teléfono entre los directivos del Real Madrid. Ignoro si sería porque estaban cerrando la contratación de Rafa Hettsheimeir o porque estaban buscando cincos en las páginas amarillas.

Sea como fuere, para integrarse en Europa con éxito (hablamos de baloncesto) hacen falta muchos kilos y mucha personalidad en el juego interior. Dos cuestiones que el Barça posee en la reencarnación agilizada -desde las distancias- del mítico Audie Norris, y su poderoso trasero, que representa el australiano Jawai. Un peso pesado capaz de hacer un rápido balance defensivo o de cambiar las bombillas de cualquier pabellón a pesar de tener el físico de una tuneladora.

Con casi todas las cartas encima de la mesa, y a punto de empezar la partida, el Real Madrid se ha llevado la primera mano, quizá la más fácil.

A partir de ahora, se admiten apuestas.

lunes, 10 de septiembre de 2012

¿Sólo es el principio?

En el mundo al revés que vivimos resulta que un multimillonario esta triste y todos se preguntan por qué. Más allá de un posible mal de amores social provocado por el ego, la cuestión parece ser “deportiva”. Motivo suficiente para llenar páginas y consultar a sicólogos en prime time. Realidad y protagonismos mediáticos espalda contra espalda.



Sólo es el Principio (Francia, 2010) es una película documental grabada en un colegio público de Illè de France, cuyos reales protagonistas son niños de tres y cuatro años atravesados por su condición multicultural y la aparente precariedad de sus familias. La trama se desarrolla alrededor de un taller de filosofía que realiza una de sus profesoras a lo largo de dos años en el aula. Lo que se busca es que los alumnos “piensen por sí mismos” y los temas que se someten a debate son el amor, la libertad, el liderazgo, la inteligencia, la muerte...

En el mundo al revés que vivimos resulta que en los equipos de formación del Real Madrid de baloncesto, la mayoría de los entrenadores provienen del Estudiantes. Y son varios los que crecieron para la causa en el patio del Ramiro de Maeztu. La mayor de las paradojas es que están allí porque no se les quiso en Serrano 127 y sí en la Castellana. Ocupada la metodología del club de cantera por la cienciología, la histórica filosofía colegial -sea lo que sea eso- importa un pimiento. O eso parece.

También las formas: Da igual que un entrenador grite en arameo a todas horas -para desconsuelo de padres y jugadores que acumulan temporadas de quejas- que si tiene un buen enchufe seguirá dirigiendo equipos; poco importa que haya entrenadores soeces con altanería de caca, culo, pedo, pis, que, a pesar de sus evidentes errores, se les comentará “estamos satisfechos con tu labor”; es indiferente que se desperdicie a entrenadores titulados y contrastados, lo que se busca es una línea uniforme dentro y fuera de la cancha cohesionada alrededor de amiguismos de carrera...


Así pasan los días en La Nevera, cada vez más acostumbrados al frío foráneo, cada vez más alejados de las aulas de Antonio Magariños, viviendo más preocupados por las apariencias que por la calidad o la pedagogía. Por supuesto, sin aprendizajes de la escucha como el que practican niños de tres y cuatro años de edad en la película. El tuerto es el rey.

La maestra de la guardería Jacques Prévert que refleja el documental se llama Pasaline Dogliani. Es muy posible que si viviera en España andaría triste con lo que ocurre alrededor de nuestra educación pública (fuese cuál fuese su postura) y su desconsuelo tendría escaso eco en los medios. Ignoro como van las cosas en un país que hace de la educación bandera, pero Jean Pierre Pozzi, uno de los dos directores de la película, habla de ella como una mujer con “personalidad, generosa y entusiasta”. Azouaou, Abderhamène, Louise, Shana, Kyria o Yanis son algunos de los nombres de los niños protagonistas. En un momento del filme uno de ellos dice: “hacerse el interesante no es lo mismo que ser inteligente”.

Hace unos días, hablando con un entrenador de cantera -con pasado colegial- del Real Madrid, me comentaba algunas de las dinámicas que aplican en la casa blanca y parecían interesantes e inteligentes. Cuestiones que no tenían tanto que ver con la economía como con la planificación. Triste evidencia del contraste, cuando mientras tanto nosotros en el Estu estamos derribando activos a golpe de escopeta de feria.

En Sólo es el Principio la cuestión principal tiene que ver con la potencia de hablar, de escucharse, de hacerse preguntas, para así aprender colectivamente sin excesivas mediaciones. Precisamente lo que algunos pocos isleños (en sentido geográfico) apuntan como una buena pedagogía para la formación en baloncesto. Valores que están en las catacumbas de quién sabe dónde del baloncesto que por lo general habitamos. Soy consciente de que la situación se hereda de las purgas cainitas de tierra quemada y nula información de puertas afuera que se instalaron en el Club en los últimos años, producto de una bicefalia en la gobernabilidad que fue desastrosa en algunos aspectos.

Lo cierto también es que en el escueto mundo al derecho no es justo generalizar. En el Estu también queda buena gente, buenos entrenadores y voluntades difusas de cambio. Por no hablar de un montón de jugadores y jugadoras con ilusiones no tan distintas a las de los alumnos del taller de filosofía franceses. De lo que aquí se habla -más allá de algunas actitudes infames consentidas y conocidas- es de métodos, no de personas.

Y es que no puedo callarme cuando lo inquietante, observando con atención lo que se mueve por detrás de la fotografía, es una deriva que quizá sólo es el principio.

PD1: Dejo en barbecho mi humilde -y tíbia- trayectoria como entrenador de formación en el Estudiantes, por motivos que nada tienen que ver con lo que se pueda deducir de la lectura de este post. Labor lætitia nostra.

PD2: “El éxito de la película es el valor de la transmisión y el despertar del pensamiento crítico”. Revista Cahiers du Cinema.

PD3: El Estudiantes ACB, en esta temporada de resurrección asistida, apunta maneras de equipo fogueado y sereno. Motivos suficientes para estar confiado en un año sin excesivos sobresaltos. Eso ayudaría a que las amarguras no fuesen tan amargas...

PD4: Sea como fuere: yo te quiero Estudiantes, aunque no ganes ni a las canicas...

sábado, 1 de septiembre de 2012

Carne Cruda Realidad

Tomás Fernando Flores, nuevo director de Radio 3 tras los últimos cambios en RTVE, justificaba el cese del programa Carne Cruda señalando que se producía porque “ni cabe en Radio 3 ni se corresponde con el rigor necesario en una emisión pública”, además de señalar que el programa que dirigía Javier Gallego es, en su opinión, “sensacionalista” y propio de una “radio pirata”.


En una época en que desgraciadamente las opiniones cuentan más que los argumentos, la confirmación de algo que parecía previsible en los últimos tiempos es un jarro de agua fría a los oyentes de Radio 3, por más que alguien quiera pensar que los damnificados son sólo aquellos que gustan de las Radios Piratas. Emisiones que por cierto, tienen la virtud de estar realizadas por lo general por amantes voluntariosos de la radio. Un formato en recesión en estos tiempos de monopolios comunicativos.

En 1977 Las Ediciones de La Piqueta publicaba un pequeño libro titulado De qué va el rock macarra, escrito por Diego A. Manrique. En el texto, el conocido 'crítico musical' señalaba que “las formas que mejor representan la experiencia de vida urbana de un altísimo porcentaje de los jóvenes son aquellas que acentúan los elementos tradicionales del rock: volumen, ritmo pesado, agresividad, tensión, impacto, rebelión, sexo, desafío, identificación entre músicos y público...”

En la misma colección publicaba en esos años Jesús Ordovas un libro titulado El Rrollo. Dos autores que seguro muchos oyentes echaran en falta en la actual Radio3, atacada por las derivas hacia el predominio de las músicas del mundo, entendidas estas desde un concepto amplio del término y no sólo desde su acepción discutible como estilo; el buenismo humanitario a golpe de susurro y retórica bienintencionada; o la cadencia plomiza de los locutores recargados en su propia sabiduría, con escasa chispa en su oratoria e incapacidad para transmitir. Poco queda de aquella Radio3 que enganchó con el público a golpe de calidad musical y personalidad propia no hace tanto.

En pleno Siglo XXI se cierre un programa como Carne Cruda que precisamente retornaba a esas características. Milton Mezzrow, músico de jazz que complementaba su virtuosismo tocando el clarinete con oficios como contrabandista y “traficante de la mejor marihuana de Harlem”, señalaba en 1927 lo aburrido que sería “para cualquier músico con alma permanecer sentado en la cadena de montaje de una sinfónica. […] En el diccionario de cualquier músico de jazz, sinfonía significa esclavitud. El jazz y la libertad son sinónimos”.

La sinfonía ahora debe ser el “rigor necesario en una emisión pública”, y la actitud de Javier Gallego un reproche frente a los que pretenden que vivamos en sociedades de marionetas que se mantengan con mayor o menor gracia en la cadena de montaje. En la nueva RTVE ya no hay margen para el periodismo de voz propia, aquello fue un espejismo democrático efímero. Se ha regresado a la lógica de que las reglas las impone el dueño del balón. Desdichado tiempo en el que las expresiones disonantes se quieren limitar a un buzón de voz. Por mucha indignación que haya, nunca habrá respuestas, habla chucho que no te escucho. Las opciones que nos quedan las barruntó Lou Reed en Perfect Day: “damos de comer a los animales del zoo. Después una película y luego a casa”. Terrible paisaje.

Me queda la duda de si el “sensacionalismo” se refiera a la música o al mensaje del locutor. Igual es que, utilizando las teorías de Manrique hace 35 años, ya no es el momento ni del “impacto” musical ni mucho menos de la “identificación entre músicos y público”, cualidad que había logrado Javier Crudo en estos tres años en las ondas de Radio3. Y es que Carne Cruda se realizaba desde la calidad técnica y la independencia. Poco mérito en una sociedad narcotizada a golpe de radio fórmulas y mediocridad informativa. La determinación de los oyentes para apoyar el programa en redes sociales y a pie de calle es una muestra de que lo que se pierde es mucho para una parte de la población. Algo que casa mal cuando el “interés público” es que todos podamos ver el fútbol y cantar los goles cuando lo diga el locutor.

Otra avión que se marcha a no sabemos dónde. Siempre nos quedará París.

PD1: Aquí dejo el programa que se emitió el 22 de agosto pasado para hablar de mi libro 'El Ritmo de la Cancha', una grabación que fue un lujo gracias a la atención y el cuidado de Javier Gallego.

PD2: Mucho me temo que esto es un nuevo empujón en la dinámica de acabar con Radio3 por la exterminadora política del aburrimiento. Arma de notable éxito en estos últimos años. Suerte a los que siguen y valen.