miércoles, 21 de noviembre de 2012

Gigantes se hace mayor

En un curso de entrenador que hice hace tiempo con Javier Lería de profesor, el técnico madrileño dijo en medio de una clase técnica: “Gigantes del Basket es nuestra revista”. Por “nuestra” se refería a la revista de todos los que tenemos que ver con el deporte de la canasta en este país. Yo me quedé con aquello como un detalle elegante de alguien que habita con veteranía y conocimiento la comunidad de los más implicados. Un término y un concepto absolutamente cierto, mucho más para aquellos que nacimos para el baloncesto a la vez que la publicación, hace ya 27 años.


Ahora Gigantes abandona su periodicidad habitual de semanario para convertirse en mensual. Hace no mucho decía Clint Eastwood, en una entrevista para El País Semanal, “yo soy de los que leen el periódico y me gustan los libros en papel. Me gusta su peso, su olor”. A mí me ocurre algo parecido. El olor de Gigantes me trae buenos recuerdos, como ya conté en un post hace tiempo. Me ocurre un poco como a Totó en Cinema Paradiso, la sensación de que algunos lugares de mi vida están en sintonía con disciplinas sobre las que sigo manteniendo relación. En el caso de Salvatore era el cine y los rollos de película, en el mío el basket y Gigantes.

Es discutible si este salto que propone “nuestra revista” se tendría que haber realizado antes, pero no cabe duda de que el resultado actual es altamente satisfactorio. En el primer número de la nueva época hay chicha para rato. Una entrevista con estilo a Hettsheimeir realizada por Quique Peinado; una completa guía de la NBA realizada por Antonio Gil y David Carro con apuntes de Antoni Daimiel; unos columnistas de lujo e interés como Miguel Ángel Paniagua y Joan Plaza; y excelentes artículos, desde un punto de vista más reposado que antes, de Miguel Panadés, Carlos Velasco o Fernando Martín. Señala Paco Torres en su editorial “la adrenalina que genera trabajar en una revista con tantos cambios”. Un proceso apasionante que se percibe, a veces en exceso, en este primer número.

Parece una obviedad decir que en estos tiempos complejos para el mundo de los medios de comunicación, cada salto que se da tiene una importancia enorme, porque como decía el mismo Totó lo que queremos es “el mundo”. Sin esa meta los resultados suelen ser tímidos. Cuestión compleja cuando es difícil hacerse un hueco donde apenas hay espacio. En ese sentido espero que la nueva etapa de Gigantes del Basket venga con la intención de comerse el mundillo aprovechando el espacio y el prestigio que ya tiene. Un paso complicado, sujeto a la posibilidad de satisfacer a un número importante de lectores manteniendo los equilibrios de las distintas preferencias del público baloncestistico. Algo nada sencillo además con la diversidad que existe de referencias en internet.


En ese sentido, no soy muy partidario de la política de equilibrios, creo que ayudan a mantenerse pero no a alcanzar el éxito. Espero que Gigantes tenga disposición a la valentía, como así parece. En baloncesto un jugador de 27 años se encuentra en una buena edad de su carrera deportiva. Ya ha demostrado lo que vale y frente a él lo que queda es superarse. Un ciclo intermedio entre los primeros años de profesional y la etapa de desarrollo de la destreza intuitiva de cuál es su mejor rol, con mayor visión del juego, del espacio y del tiempo. Se podría pensar que Gigantes del Basket se encuentra en un momento parecido.

Envejecer bien no es fácil. Ocurre que muchas películas pierden la gracia del primer momento para convertirse en algo más bien ñoño y espeso. A mí me ocurre algo parecido con Cinema Paradiso. Los que nacimos con Gigantes hemos abandonado la programación juvenil para dejarnos llevar por la madurez de otras disciplinas no tan evidentemente ligadas a los partidos, las figuras y los resultados. Nuestras actuales inquietudes -por poner tres ejemplos- pueden ser el diseño, la literatura o los fondos de banquillo. Si Gigantes engancha también con ese público, en mi humilde opinión, el producto pasará de ser bueno a exquisito.

La mejor de los suertes y feliciades a los amigos que están allí. Gigantes sigue siendo “nuestra revista” por méritos propios. Excelente noticia para el baloncesto.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin duda considero un gran acierto que la publicación pase a ser mensual. Es obvio que las publicaciones en papel no tienen nada que hacer en lo referente al "dia a día" frente a la inmediatez de internet, por eso hay que buscar fórmulas. y la más acertada es la realización de reportajes, investigar, crear opinión....es decir, ir más allá de la mera noticia que hoy lo es y mañana no. Enhorabuena para Gigantes
marcos.

costalgaraldals dijo...

Tambien me alegro por la noticia, aunque mi pasión acabó cuando murió Superbasket. Siempre he sido más de "ellos" que de Gigantes, lo digo ahora que no nos escucha nadie.
El placer de volver a "oler a tinta" en tu blog, es gratificante.
Ultimamente somos pocos los que quedamos,aunque fieles ... cada vez más intermitentes.
Un saludo Jacobo y un abrazo fuerte desde baloncestistas ... se te echa de menos por estas tierras.

Jacobo Rivero dijo...

@marcos: Creo que siendo mensual puede ser una excelente revista de cabecera. Slam o Hoop son un ejemplo, no necesiamente a imitar al 100%, pero con la suerte de ser -en su concepto- mucho más alcanzables que otras disciplinas del baloncesto estadounidense.

@costalgaraldals: Superbasket tuvo su espacio y su momento, sin duda. Yo nací para Gigantes pero entiendo lo que dices. Me ha encantado lo de "oler a tinta" de mi blog. Por desgracia -y por fortuna porque tiene que ver con aspectos laborales- no lo puedo actualizar todo lo que quisiera. Eso sí, te puedo asegurar que el Sputnik no va a desaparecer porque me ha dado muchísimo. Es cierto cada vez quedamos menos, pero ni me voy ni me he perdido de vosotros, es sólo que tengo menos tiempo para estar de cuerpo presente.

Un saludo y muchas gracias por los comentarios.

sraly dijo...

Creo que el paso a mensual no se debe solo un giro editorial o estrategia periodística, más a un cambio empresarial y a la necesidad de reducir costes en un mundo en el que el papel, pese a románticos como Harry el Sucio y unos servidores, dicen que languidece. Creo que es un acierto el giro hacia la profundidad y al tratamiento más reposado de los contenidos, dirección que han tomado otras publicaciones más noveles. Gigantes se adapta a estos tiempos. No obstante, pienso que este primer número nace prematuro e incompleto en el análisis por el volumen que ocupa la Guía NBA, la cual, no me parece que aporte grandísimas novedades.

Gigantes es un referente y una especie de nuestro baloncesto que debemos cuidar (comprándola y leyéndola) y que debe resistir a los avatares de la realidad de la empresa periodística. Está bien dirigida por una persona que ama el buen baloncesto y el buen periodismo, lo que es un seguro de vida y calidad, y por unos profesionales que creen en un proyecto que, como bien apuntas, nos ha acompañado y espero que nos acompañe hasta que nos retiren la camiseta.

Un abrazo

MINI MONI dijo...

Después del As de antaño(Tello, Ojeda,Paco Rengel,Carlos Jiménez...) si, Gigantes del Basket. Ojalá q les vaya bien. De momento, el primer número esta bastante bien. Larga vida a una revista entrañable en muchas etapas de esta vida "baloncestistica".
Saludos y SALUD.

Jacobo Rivero dijo...

El segundo número de la "nueva" Gigantes me parece sencillamente espectacular. Con uno pequeños detalles podría ser la mejor publicación de baloncesto en años.